La Naturaleza nos provee de gran variedad de organismos, en sus innumerables especies; muchos de ellos de gran atractivo visual. Incluso cuando se desarrollan admirablemente en sitios que parecen imposibles para que la vida prospere, como son superficies verticales de cemento, ángulos ocultos en edificios, pequeñas fisuras en alguna construcción, o repliegues en piezas esculturales.
Pero precisamente esa particular cualidad de estos organismos, en especial los pertenecientes a la flora, es la que, a cambio del atractivo visual, deteriora lenta y gravemente el estado de conservación de edificaciones, ornamentos de fachadas y esculturas. Me refiero a todo tipo de plantas y microorganismos como bacterias, cianobacterias, algas, hongos y líquenes (simbiosis de los tres anteriores).
Se trate de una construcción tradicional, en ladrillo y cemento o de piedra natural, a falta de un mantenimiento periódico, será muy probable la colonización de estos organismos en la superficie, fisuras, juntas, oquedades y toda rugosidad que presente la edificación. Y prosperan a expensas de su “huésped”, o superficie en la que se desarrolla. La colonización también incluye influencias de otros organismos que permiten que animales aniden en la piedra. La colonización biológica se considera cuando un variedad de estos organismos conviven en conjunto, haciendo dificultosa su identificación.
DEFINICIÓN DE ORGANISMOS BIOLÓGICOS
Plantas:
Están constituidas por raíz, tallo, ramas, hojas y flores, según su especie. No se desplazan y se adhieren a la superficie por medio de sus raíces, desde donde toman los nutrientes que les son necesarios.
El concepto “planta parásita”, desde la biología, se refiere a las plantas que se desarrollan y viven a expensas de otra planta. Referido a las patologías en la construcción, el concepto se extiende a las plantas que se desarrollan, colonizan y obtienen toda el agua, el nitrógeno, y las sales minerales que necesitan de la superficie en que se fijan, en estos casos, de estructuras materiales de edificios, monumentos y esculturas, transformándolos en sus hospedantes.
El asentamiento y desarrollo de plantas en la superficie de la piedra hace que la presión ejercida por las raíces más el engrosamiento de los tallos ocasionen graves deterioros en la masa edificada.
Algas
Son organismos vegetales microscópicos, que se desarrollan en medios acuáticos o húmedos, en especial cuando la superficie permanece largos períodos de tiempo humedecido. Tienen la capacidad de absorber los rayos de sol como fuente de energía. No se destacan ni hojas ni tallos a la vista, y en su gran cantidad de especies, pueden presentarse en una amplia gama cromática: verdes, marrones, amarillas, azuladas, rojizas, grisáceas, como velos negros, entre otros.
Sobre la piedra se encuentran con mayor frecuencia, algas microscópicas, las cianobacterias, de coloración verde azulada, o verde, aunque ocasionalmente pueden aparecer otros especies, siendo de las primeras que colonizan la piedra. Los principales factores para su aparición son la humedad, la temperatura, la luminosidad y el pH de la superficie que las hospeda.
Las algas se presentan como un film sobre la superficie, aunque en determinadas situaciones, pueden infiltrarse en grietas, fisuras y escamaciones, dificultando su eliminación y ocasionando la tinción de la piedra.
Las piedras calcáreas son más propensas a la colonización que las de tipo graníticas, siendo éstas un sólido anfitrión, aunque no provea de las sustancias necesarias para la supervivencia.
Liquen
Organismo vegetal que se presente en forma de hojuelas redondeadas sobre la superficie de edificios y piedras. Generalmente son de coloración grisácea aunque los hay amarillos, naranja, verde o negros.
El alojamiento de líquenes produce presión sobre la piedra por contracción y expansión, aunque el mayor daño es producido por los procesos químicos que ocasionan corrosión superficial y formación de pequeños orificios en el sustrato pétreo.
Se forman con mayor frecuencia en piedras calcíticas, antes que en las graníticas.
Todo liquen representa el crecimiento simbiótico de hongos y algas verdosas, propiciadas por el medioambiente, el aire libre y en ocasiones, la polución ambiental.
Musgo
El musgo se presenta en las superficies como almohadillas conformadas por diminutas hojas, agrupadas densamente. Crecen en grietas, cavidades y orificios de las piedras que permanecen húmedas, y a la sombra.
Con la modificación del clima (aumento de temperatura y sequedad), suelen cambiar su morfología y consistencia, tornándose amarronados y quebradizos.
PATOLOGÍA
La proliferación de vegetales en los edificios se considera una patología porque la generación y desarrollo de los mismos va provocando el progresivo deterioro de los componentes a causa de:
- Degradación química y mecánica del sustrato pétreo
- Aumento de peso en las estructuras (según tamaño y especie)
- Degradación de los recubrimientos al infiltrar filamentos de raíces en la estructura interna de los mismos, ejerciendo presión.
- Formación de capilaridad que facilita el ingreso de agua en el material.
- Generación de anidamiento de otras especies, vegetales o animales.
- Degradación de los componentes de la construcción.
- Desprendimiento de fragmentos de recubrimiento y mampostería
- Debilitamiento de las condiciones estructurales, consecuencia de los esfuerzos extras a los que se ven expuesta
- Retención de agua sobre las superficies, aumentando la humedad interna de los materiales componentes
- Alojamiento de variedad de organismos, retroalimentándose.
- Modificación de la estética original del edificio o pieza escultural
TRATAMIENTO:
Al intervenir sobre un edificio, patrimonial o no, que ha sido infectado por estas plantas y organismos, hay que considerar varios aspectos antes de actuar:
- Como primera advertencia, se alerta sobre no retirarlas abruptamente, sin tener una planificación previa de las acciones a realizar luego sobre la “herida” que quedará en la mampostería, recubrimiento o volumen escultórico.
- Es conveniente realizar el retiro de las mismas con cuidado, para no arrastrar con ellas parte del material huésped En ocasiones, es aconsejable aplicar un producto que deshidrate previamente a planta, para luego retirarla suavemente.
- Es recomendable limpiar el rector donde se desarrolló la planta con cepillado suave y posteriormente lavado del sector, dejando el área en condiciones de ser sellado.
- Es importante sellar la oquedad que resulte de la extracción de la planta , cuando son de tamaño considerable, para evitar dejar una vía clara y abierta de paso del agua hacia el interior de la materia.
- Posteriormente, tratar la superficie del modo que requiera.
En edificios, monumentos y esculturas de valor patrimonial, el proceso es básicamente el mismo, extremando las precauciones en el uso de los productos que se utilicen para evitar el mayor deterioro e incluso la pérdida de fragmentos de la pieza a tratar, o la tinción del mismo.
Hay que recordar que una producción de valor patrimonial cumple una función documental en el tiempo, que debe permitir recomponer la línea histórica que representa. De allí que importe el no perder las características originales de la misma, no siendo la primera opción el reemplazo de partes o la aplicación de materiales anacrónicos e incompatibles con su origen, tanto material como técnicamente.
Cuando el tipo de organismo se trata de musgo, algas o líquenes, el tratamiento es de extremo cuidado, utilizando métodos, herramientas y productos propios del arte de la restauración. La penetración en la masa componente de la piedra, el mampuesto o el recubrimiento es mayor no solo ocasionando los deterioros ya mencionados, sino que además colorean las superficies haciendo muy dificultoso el devolver la apariencia original a la materia, al objeto atacado.
PREVENCIÓN
El modo de prevenir este tipo de ataque biológico es, como es de esperar, la conservación preventiva, evitando el ataque biológico.
La atención y limpieza periódica de las piezas / edificios evita que se acumulen residuos en ángulos, desniveles y repliegues de la superficie, que conforman una base óptima para el desarrollo y arraigo de plantas y organismos.
Al no tomar cuerpo no se les permite desarrollar raíces que penetren en el recubrimiento, y la posterior retención de agua en el sector. Importa no darle tiempo a nidar a estos organismos, para evitar que generen las colonias que posteriormente se combinan y prosperan fijándose y penetrando en la materia.
La limpieza en seco, inicialmente, y el uso de agua limpia, con barrido suave, es un buen recurso no permitiendo el desarrollo de plantas.
Cada caso requerirá de una atención específica, según su mayor riesgo se presente en los ángulos, en los ornamentos, en las tallas, en las fisuras (que indefectiblemente se generan en las edificaciones, producto del constante movimiento, aunque imperceptible sea)…
Cada tipo de planta u organismo requiere de un tratamiento particular, según su origen y expansión sobre la superficie.
CONCLUSIÓN
Como en toda obra patrimonial, las tareas de Prevención y Conservación son indispensables para la salvaguarda del objeto cultural, sea este un monumento, un edificio, o una escultura.
El ataque biológico es uno de los varios aspectos que ponen en peligro la integridad de estos documentos que la historia nos legó.
Con métodos externos, y de control del objeto pueden minimizarse las causas del progresivo deterioro, aunque este tipo de objeto se encuentre en el exterior, expuestos a las condiciones climáticas del sitio en que se encuentren.
Sabiendo que es así, los recaudos a tomar se centrarán en evitar el desarrollo de estos organismos, con un control periódico.
Referentes :
La biología en la restauración – G. Caneva – María Pia Nugari – O. Salvadori – Editorial NEREA – Año 2000
ICOMOS- Glosario de patologías en pétreos.
Restaurando Arquitectura 